Si, no, deshojando la margarita

Al menos tengo que reconocer que el chico se está esforzando, y me sabe seguir el juego bien. Si es tan sencillo, por que los demás son tan cortitos?

El viernes fué no.

Le di calabazas a mi amiga la Chispas porque CB me había llamado el jueves noche para asegurarse de que quedaría con él el viernes. Y me apetecía.

Cenamos y después estuvimos charlando hasta las tres de la mañana. Es prudente, educado, cortés, y lo tengo muy despistado según dice. Lo pasé bien, pero no. Me dije, este señor no es para mí. No.

Aún así al dejarme en la puerta de casa, con esa carita de cordero degollado que pone me dio pena o no sé. La cuestión es que le propuse que se viniera a casa a cenar el sábado.

Había quedado con Jesusito (le llamo así por lo de los dos metros y 120 kg más o menos) , su mujer y otras dos amigas mías jovencitas. Y ni corta ni perezosa incluí también a CB. Le dije que invitase a una pareja de amigos suyos que he visto siempre con él y vino otra amiga mía.

Al final eramos 10, la mejor cifra para tener una cena estupenda y relajada.

Pues ayer fué si. Me llevé una alegría cuando CB me llamó por la mañana para decirme que sí, que venían también sus amigos. Me encantó que vinieran y pasamos una noche estupenda en mi casa.

A las cuatro de la mañana estábamos tomando la última copa mi amiga Helen, CB y yo. Y yo me sentía feliz como unas castañuelas, relajada, tranquila y la mar de bien. Feliz. O sea que sí. Este señor es para mí, y estoy encantada. Pensaba que CB era estupendo. A lo mejor fue la combinación de una buena cena, en compañía de algunos de mis mejores amigos, un vino estupendo, un poquito de champán y para finalizar un Chivas maravilloso de 12 años que por cierto nos pulimos casi entera entre unos y otros.

A mis amigas las tengo despistadísimas. No entienden nada. Le miran, me miran, y ..... no entienden nada. La verdad es que yo tampoco.

Y hoy otra vez. A media tarde me ha vuelto a llamar, y no sé como hemos terminado quedando otra vez. Puñetas. Hemos ido a ver una peli que me habían recomendado Elizabeth Town, que por cierto ha sido un rollito. Y allí hemos aguantado estoicamente la película los dos, eso sí, muy formales y muy tiesos.

Me preocupaba que en el cine se le ocurriera lo de intentar hacer manitas, y seguro que se ha pasado la película dándole vueltas, pero no se atrevió.... y lo agradecí.

No me extraña que le tenga despistado. Yo sí que estoy despistada también. Por una parte creo que no, que lo siento mucho, que no es mi tipo, que es un poco muermo, y feíto, y poquita cosa, y mayor. Y por otra no solamente salgo con él, sino que me encanta que me lo proponga o que me llame.

Sinceramente, creo que estoy gilipollas. pero a lo tonto a lo tonto hemos vuelto a quedar para el próximo fin de semana, el viernes a cenar, y el sábado a comer en su finca con sus amigos, y quiero. No hay ninguna posibilidad de que aparezca ningún otro plan que me apetezca más.

El me ha dicho que vaya fin de semana más completito, que nunca había salido tanto con una mujer (todo el fin de semana). Me pregunto si soy una lianta o me dejo liar.

Hace tanto tiempo que no salgo con un tío normal, que me haga sentir estupendamente, y que me trate así que creo que me estoy dejando llevar aunque en el fondo no le encuentre atractivo. Y el pobre chico le está echando moral. Me parece que voy a tener que salir corriendo.

Menos mal que en un par de semanitas me voy a Cuba y con el aire del Caribe, y la compañía del Club de los cuatro espero que se me pasen estas tonterías.

Ya sé a quien me recuerda.

A mi primer amor?, noviete? o algo así. Yo tenía 17 años, él 24. Era bajito, calvete, poquita cosa, eso sí muy, muy culto y de muy buena familia (recuerdo que su madre le escribía las cartas con membrete familiar) y muy educado. Estuvo haciéndome la corte un par de meses, me paseó arriba y abajo por todo Madrid. Me presentó a sus amigos. Me dejó para leer los primeros libros de Marx y de Hengels que cayeron en mis manos (por cierto para mi era chino aquello entonces), y me pidió en matrimonio a los dos meses. Todo eso sin que yo le hubiera permitido darme más que un beso.

Y a los dos meses me fui de vacaciones a mi casa, conocí a uno de esos chicos que no me convienen pero que me encantan, alto, guaperas, charlatán, divertido, y que me manipulaba como a una tonta, y cuando volvi le dije que no, que no me iba a casar con él. Se enfadó tanto que se levantó de la mesa del bareto y se largó (sin pagar el muy capullo) y hasta hoy. Me dio pena pero en el fondo me senti muy aliviada y nunca lo sentí.

Recuerdo que sentía lo mismo. Era perfecto, me atraía, me gustaba estar con él, pero................... que no.

Un día de estos CB también se levantará de la mesa y se largará también sin pagar. Menos mal que ahora siempre llevo la Visa encima y pelillas sueltas para un taxi.

En cambio mi gran amor se comió todo lo que le pusieron, y todo lo que yo le dije en voz muy bajita, aguantó la cena estoicamente, y solo comentó entre dientes que nunca me había visto tan borde, que le recordaba a las del Gran Hermano (fué una forma de intentar insultarme, pero reconozco que aún me hace gracia), pagó la cuenta, me acompañó a casa y hasta hoy también. Genio y figura.