Días tontos

Hay días en los que sería mejor quedarse en cama, no levantarse y punto, porque empiezan mal y terminan peor. Y hoy ha sido uno de estos, sin excesiva importancia, pero .... pues eso..

Empezó en la cama por la mañana. Caray, qué bulto en la espalda. Qué será? Y con mi hipocondría natural empiezas a pensar de todo. Bueno, bueno, la próxima vez que vaya al médico le diré que me lo mire, porque a saber, cualquier cosa rara que empieza a así, y luego...

Una vez convencida de que ya me preocuparía más adelante me levanto y al llegar al cuarto de baño, ¡¡ cusha....! pero si estoy bizca ! Es lo que me faltaba. Yo sabía que con los años el cuerpo se iba deteriorando, pero bizca??? Y me miraba y me miraba, muerta de sueño porque ayer estuvimos en el último estreno de cine "Un Franco, catorce pesetas" que por cierto me gustó, y volvimos a las mil..

Después de un minuto consigo enfocar la mirada y descubro que sí, que estoy bizca pero mira por donde es porque tengo el ojo hinchado, y como nadie me había sacudido, la única explícación era un mosquito o algo peor. Al comprenderlo me relajé, ¡¡ ahora entiendo lo del bultito de la espalda !! y alguno más que me vi después.

Pillo el insecticida, riego el dormitorio, lo suelto en el baño, justo al lado de la laca del pelo, y con el sueño y el despiste a puntito estuve de echarme el insecticida para completar el peinado.. :-))

Puñetas.... pues sí que empezamos bien el día.

Más tarde, caminando con las mismas prisas de siempre, el puñetero zapato con la puntita puntiaguda se clava en un reborde del asfalto y me voy enterita de morros al suelo, justo en el semáforo. Menos mal que los coches estaban paraditos, eso sí, el espectáculo de pena. Pero no problem, me levanto con la ayuda de un buen señor y como si na...

Caray con el día...

El resto regular, trabajo, las historias de mi amiga Lula, la hora para aparcar con mi mejor amiga, y después salidita al chiringuito de siempre, viendo a los amigos de siempre y dudando como siempre...