
Esta noche me he partido de la risa otra vez.
Después de tanta lágrima y cabreo lo cierto es que estoy empezando a divertirme y a ser yo misma de nuevo.
Me suena el teléfono allá sobre las 10 de la noche. A esas horas quién podrá ser?
Mis hijos en casa, mi mamá controlada ya y a punto de irse a la cama según me contó por teléfono una hora antes, y mis amigos no suelen llamar a esas horas, excepto CB, pero ???
Pues no, no era CB.
Era uno de mis clientes. Un señor con un montón de negocios variados, y musha... musha... pasta. Y un estilo especial, con el que me entendí a la primera en cuanto nos sentamos a charlar la primera vez. Parece de pueblo, pero... cachis... además de algún que otro título universitario, solo hay que escucharle hablar. En fin, un tipo interesante, de esos que se han hecho a sí mismos, que tienen todo el dinero que quieren ya, pero a los que siempre les falta ese algo más.....
- Oye Julia. Que me acabo de enterar que dejas tu empresa. Oye, que yo tengo muchísimo interés que trabajes conmigo.
- Que nunca me atreví a decirte nada porque sabía que eras intocable, pero ahora... que quiero que hablemos.
Pues ni corto ni perezoso me ha ofrecido una representación de sus quesos y sus vinos para esta zona. Tiene un excelente vino, y un queso de primera que todos los años tengo el gusto de saborear y que siempre he alabado, pero de ahí a vender sus vinos y sus quesos ??? Mas que una representación me ha hablado algo asi como de crearle distribución.
No sé en qué está pensando. Tampoco yo he pensado nada, pero me ha hecho gracia, porque no es que me quiera poner un maletín para vender quesos por las tiendas, no, ni mucho menos. A este le pido despacho, coche, y pelas por buscarle agentes en Madrid y distribución en serio y me contrata.
He quedado en llamarle en Septiembre para sentarnos a hablar, y me he echado a reir cuando se lo contaba a mis hijos.
El otro día vendía zapatos, después me han ofrecido vender cursos de formación, ahora vino y quesos, cualquiera sabe que termino vendiendo yo a este paso en unos meses. Y yo que pensaba estar tan ricamente de vacaciones en la playita hasta no sé cuando ...
He llamado a Alberto para pedirle asesoramiento. Chico, estoy perdida. Esto es nuevo para mi, no sé si me interesa o no, si tengo que pedirle sueldo fijo o no, si le pido un contrato en exclusiva, si... en fin, que ni idea. Y además, se supone que iba a coger el paro, vaya chasco, ni unos añitos al paro voy a poder estar?
Y como no podía ser de otra forma, me ha contestado: ¿qué haces mañana a la hora de comer? Te invito y así de paso te veo. ¿A qué restaurante te apetece ir? Así me lo cuentas con calma y te puedo aconsejar, o lo vamos viendo entre los dos.
Esto es un amigo, y lo demás tururú.
Si se lo cuento a CB en lugar de invitarme a comer me hubiese hablado del vino de su pueblo (soy perversa lo sé.... ) y despues me hubiese dicho que me estuviese tranquilita, que para qué.
Cuando empecé a buscar trabajo después de terminar en la universidad, hace un pico de años ya, me puse a preparar oposiciones de profesora de FP, y casualmente me enteré de que había plazas en mi empresa actual. Y un porrón de años después aquí me tienes. Nunca fui profesora, y tan contenta. Hasta estos últimos meses he estado encantada con mi trabajo, y aún ahora no me puedo quejar de como me han resuelto la salida. Al revés.
Y encima me han permitido conocer a tanta gente que es posible que encuentre alguna otra cosa que hacer prontito, prontito.
Quien puede pedir más. Esto me divierte.
Bueno. La verdad es que si encuentro un buen trabajo nuevo, ya solo me faltaría un novio guapo, de 1,85 al menos, inteligente, culto, con pasta suficiente para que se venga conmigo de vacaciones de vez en cuando, y que me invite a cenar también alguna que otra vez, sin que yo no me tenga que preocupar de sus ahorrillos, que esté loco por mi. :-))) y que tenga ganas de vivir tanto como yo.
Hoy he visto a Dustin Hoffmann en la revista de la peluquería, tiene casi 70 años, está estupendo y se le notan las ganas de vivir. Y otros con un porrón menos ... ay que pena...
No hay comentarios:
Publicar un comentario