jueves, septiembre 03, 2009

Síndrome, qué síndrome??


Todo el mundo hablando del dichoso síndrome postvacacional (además de la gripe de Roche, de la crisis que se va pero a mí todavía me tiene cogidita por el cuello, de las tonterías de costumbre del barbas gallego) y yo como una rosa.


Encantada de haber vuelto de vacaciones. Que sí, que se estaba muy bien en la playa, pero después de un mes de terracita, cervecita, sombrillita, paseito por el mercadillo, y no dar ni palo al agua en todo el día, empezaba a estar más aburrida que un ficus.


Esto me recuerda aquel chiste tan viejo: "Sr. Morán, suba a la primera planta...... Sr. Morán, bájese del ficus...."


Sólo tenía una preocupación: ¿en qué voy a ocupar mi tiempo al volver a casa? cachis....


Pero Dios aprieta pero no ahoga.


Una semanita en la ciudad y ya tengo algo de curro de mi nueva profesión (solo dos tardes esta semana, caray...., así no llego ni al salario mínimo, pero estoy feliz porque me encanta este nuevo trabajo).


He encontrado un gym nuevo, recién inaguradito por el ayuntamiento, con una piscina fantástica, barato y cerca de casa, y me he hecho adicta. Siempre he sabido, dicho a todo el mundo, etc... que el deporte genera endorfinas y que es fantástico para el estado de ánimo, pero cada vez que lo practico me siento eufórica y es como un descubrimiento nuevo. Me sienta genial así que de momento mi buen propósito es ir a diario, a ver lo que me dura.... :) así además tengo algo por lo que levantarme pronto que también es importante para mantener la cabeza y el sueño en orden.


He puesto en marcha un nuevo proyecto, que tenía pendiente hace mucho tiempo, al menos he dado los pasitos para ponerlo en marcha, a ver si sale, y tengo en la cabeza, quizás, no sé, tal vez, empezar a escribir un libro en el que llevo pensando varios años.


Así que con todo esto en la cabeza, ni me preocupa la bronca postvacacional con CB, habitual ya cada año, porque aguantarle todo el mes, todo el mes............ ha sido mucho, mucho, mucho.....


Y creo que estoy feliz también por eso, por no saber nada de él desde la vuelta, y poder hacer los planes que me apetece, salir con quien me apetece y pensar en hacerme un par de viajecitos este mes que quería hacer desde hace tiempo, uno con mi hijo, y otro con una buena amiga. A ver si dura y no vuelvo a las andadas.


Pensándolo bien el visón le ha dado crédito para un año completo, pero ...... como que ya no le queda saldo.


Vuelta a la galopada, después de la cañita....



2 comentarios:

Turulato dijo...

Según iba leyendo iba recordando unos dibujos animados que hubo hace tiempo titulados "El demonio de Tasmania". Y según voy escribiendo el comentario me va pareciendo que se por que.

Recuerdo que mi abuelo, cuanto más movido era un niño, exclamaba: ¡Demonio de chico!.

Además, he recreado en mi memoria unas imágenes en que el susodicho demonio giraba a tal velocidad que le perdías de vista.

Y el tal era de una tenacidad asombrosa. Perseveraba en sus cosas, aunque su piel no alcanzaba el valor de la del visón.

Y tenía unos ojazos... Grandes, dulces, sinceros y que sabían mirar.

Creo que, en realidad, le gustaba vivir.

Julia dijo...

Lo recuerdo... :-)
Yo siempre me he visto más como Lisa, la de los Simpson, idealista a veces, emprendiendo nuevas causas perdidas de vez en cuando, queriendo arreglar el mundo, muy cabreada con todo el mundo otras, y siempre un pelín fuera de lugar....

Eso sí, enamorada de la vida, también :-)