La Mancha

Casi 500 km ida y vuelta. Estoy cansadilla pero de buen humor.

Hoy he ido a ver a uno de mis clientes manchegos, y cuando me iba acercando se me encendio una bombillita: Caray cuanto tiempo sin saber nada de mi amigo Javier.... si seguimos así nos vamos a perder la pista.

Pues bueno, pensado y hecho. Nada más parar el coche en tierras manchegas le llamé por teléfono (dudé si tenia todavía su móvil, y sí, lo cual dice mucho en su favor, soy killer con los móviles de la gente que trato poco pero Javier se ha salvado, lo que quiere decir que me cae muy bien). También dudé si él habría borrado el mío, pero no, contestó al minuto y diciendo mi nombre. Me gustó eso también.

Mi relación con Javier ha sido curiosa. Empezó siendo profesional, le costó un disgusto muy gordo conocerme porque entonces los negocios le empezaron a ir bastante mal (aunque directamente no tuve culpa alguna, yo andaba por allí) y a pesar de ello hemos hecho una estupenda aunque lejana amistad. De hecho vive a mas de 200 km de Madrid, está casadísimo, y no tenemos ya ninguna relación de trabajo, pero nos seguimos teniendo afecto y seguimos felicitándonos las navidades,

Encantado de que le llamase se empeñó en invitarme a comer, pero imposible, iba a comer con mi cliente, así que se empeñó en que al menos me trajese un obsequio de su tierra y me regaló un queso manchego (me lo hizo llegar por otra persona antes de la vuelta) y prometió llamarme la próxima vez que venga a Madrid para comer o cenar juntos.

Si no fuera porque es bastante Don Juan no me importaría verle a menudo. En nuestro negocio se hizo famoso por sus juergas nocturnas y la excelente compañia femenina que lucía siempre, generalmente de dos en dos y repartiendo conquistas con los colegas de juerga. Y la entrada que tuvo conmigo el día que nos conocimos fue sonada, directamente me tiró los tejos nada más llegar y no me faltó más que darle un capón por chuleta. Supongo que con el tiempo ya sabe distinguir y podré irme a cenar con él sin aguantarle tonterías, además me echaría a reir en su cara si me hiciese cualquier proposición, así que como es muy inteligente y ya nos conocemos no creo que haya problema. Me apetece verle, es un típo singular.

Me voy a estudiar que me quedan dos telediarios para mi primer examen.