lunes, mayo 09, 2005

La Provenza

Qué divertido.... Un día normal de trabajo, la tarde estudiando un poco para los exámenes de Junio, y ya a las 8 una llamada de mi amigo italiano, Don Carlo.

Hace meses que no sabía nada de él, desde que estuvimos en aquel curso juntos, y desde la última cena en la que no se atrevió a tirarme los tejos. Había insinuado algo por la tarde y le corté en seco, y después estuvo muy cortés y comedido. Me cae bien, es culto, muy inteligente, y divertido, pero ni en broma tendría una aventura con él. Lo único que me faltaría es eso, un señor casado que vive en Barcelona, y que además conoce a mi jefe y a un montón de gente con la que trabajo., además de que no me atrae nada de nada.

Pues eso, llamada a las 8 de la tarde, simpático, arrebatador como siempre y que me invitaba a cenar. En circunstancias normales ni en broma aceptaría una cena a las 8 de la tarde de nadie, pero somos amigos desde hace varios años, hemos cenado juntos media docena de veces, y la última vez creo que le maltraté un poco. Vale, ok, me busco un restaurante majo por el centro y te aviso le dije.

Y allí estaba a la hora como un clavo, en un taxi en la puerta de mi casa, educado, cortés, un señor italiano de los de siempre, que se baja del coche para que entres tú, y al que no le falta un detalle.

Y la cena estupenda como siempre, es un encanto, siempre tan pendiente de que esté bien, de que tome lo mejor, de preguntarme que tal mi trabajo, que tal mis hijos, que tal mis amores,.... esto es lo que más le mola :-DDD, y hoy le di una satisfacción, mal... muy mal.... estoy al paro emocionalmente, na de na. De vez en cuando alguna proposición, tampoco me puedo quejar pero nada interesante (solo me faltaba contarle mi última chasco de este mes, ni de broma....)

Pues se fue animando, de la charla normal, pasó a poner su mano sobre la mía, 2 segundos pues es lo que con disimulo tardé en arreglarme el pelo y apartarla de su alcance, etc... etc... y después ya fue al grano, con calmita, como quien no quiere la cosa, pero lo hizo: me invitó a irme con el a La Provenza, poco a poco, me fue explicando donde estaba, las ciudaes que había, que se hacía allí, me dijo que yo me iría a Barcelona en avión y desde allí nos cogeríamos un coche, 3 días me dice, con brillo en los ojitos...

Y a mi me hizo gracia. En el fondo, en el fondo, seguro que no me lo pasaría mal con él esos 3 días. Ya sabes, como aquella vez con Jaime el de Baleares, cuando yo aún estaba casada, y pensaba que si pudiera vivir unas cuantas vidas en una de ellas quizás me hubiera ido con Jaime, pues aquí lo mismo, en una de ellas me iría esos 3 días a La Provenza con mi amigo Carlo.

Después me dice: bueno, pues ya que no quieres ir conmigo diselo a alguno de tus amigos, a esos que si te gustan que te lleven. No te lo puedes perder. En el fondo es un caballero, encantador, yo sonreía todo el tiempo, o me reía directamente, y él allí aguantando el tirón. Me dice aprovecha porque si no la invitación no se va a repetir. Vale, lo pensaré le dije sonriendo..... Ya hablaremos...

Y hablamos de negocios, como siempre, el sabe un montón y a mí me encanta aprender de él. Y lo dejo correr. Solo al final, cuando ya me dejaba otra vez en la puerta de mi casa volvio a decir, mirate la agenda y enviame un mail, no lo olvides, La Provenza.... sonreímos lo dos.... My God.... algún día iré a la Provenza y me acordaré de mi amigo Carlo cuando esté allí. Si todavía tengo relación con él le escribiré un mail o le enviaré un mensaje a su movil y seguro que se alegrará un montón de recibirlo. :-)

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