jueves, mayo 12, 2005

El agujero en la pared

Que vecinos más tranquilos tengo.... válgame Dios

Dos semanas llevamos con golpes en la pared, insistentes todo el día. Pum, pam, pom, .....
hoy he sabido que estaban haciendo los obreros de la casa de al lado.

No, no es que se divirtieran torturándonos, es simplemente que intentaban quitar el maldito gotelet, esa maravillosa técnica de pintura que hace años teníamos que tener todos en casa para ser modernos y que ahora cuesta una pasta quitar de la pared.

El otro día me encontre a la vecina en el ascensor, no es que nos tratemos mucho, bueno más bien nada. Después de dos años viviendo aquí nos damos los buenos días y si acaso hablamos del mal tiempo cuando procede. Bastante tenemos ambas con oirnos todas las conversaciones a través del tabique de 4 cm que separa nuestras casas.

Pues eso que me sorprendio su tono, amable, conciliador, respetuoso.... Ya sabes, estamos de obras, si hay algún problema.... No te preocupes, dije muy segura de mi misma, tranquila, espero que acaben pronto con los golpes... Si, ya casi. Por si acaso ellos hicieron las maletas y se llevaron todo hasta que acaben la obra, o sea que a ellos no les molesta nadie, que sigan, que sigan....

Y así hasta hoy. Golpes, golpes, y de pronto viene mi querido hijo asustado: Mamá, mamá, han hecho un agujero en mi pared.....

No era nada, solo lo suficiente para pasar un puño, pero ha sido mucho. A pesar de que en 10 minutos aparecio el paleta, manchando todo absolutamente de cal por donde pasó, y tapó el dichoso agujero, algo más se ha roto...

Les hemos visto, hemos visto a través de la pared que allí están, que solo nos separan 4 tristes centimetros. La casa ya no será la misma a partir de ahora. Hemos perdido intimidad..

Y mi vecino tranquilo. Si ya sabía yo que iba a pasar... no te preocupes, ya vendrán los pintores y arreglarán todo.... tranquila.... si, a ver si son capaces de arreglar el agujero de nuestra intimidad. Es como cuando los ladrones te entran en casa una vez, nunca vuelve a ser lo mismo.

3 comentarios:

Turulato dijo...

Tranquila Julia, tranquila. Uno de mis amigos disfrutaba en Barcelona de un tabique medianero con sus vecinos que no llegaba al suelo.
Una noche que apagaron la luz, se dieron cuenta de...¡qué había luz!. Descubrieron así, en una esquina, que se podían dar la mano por debajo de la pared.
Eso debe ser lo que llaman progreso..

Turulato dijo...

Julia, hija, que te echo de menos...

Turulato dijo...

Julia, hija, que te echo de menos...