Una caña es una caña

Mira que venía cansada....

He pasado de salir con mis amigas, con una de ellas no he vuelto a hablar después del desencuentro del otro día, y yo no pienso dar el primer paso. Se pasó, y todavía no se ha disculpado. Allá ella.

Y venía pensando en tumbarme en el sofá, coger la prensa y leermela con calma para variar, soportar un poco la tele, y si acaso empezar algún nuevo libro.

Pero no pué sé..... Me ha llamado Angel: que si me voy a tu barrio y nos tomamos una caña...

Y no me he resistido. La verdad es que con Angel me cuesta resistirme. Creo que es de lo mejorcito que tengo, si no mi mejor amigo. A su manera. Nunca puedes contar con él para casi nada porque va a su bola, y es imposible llevarle al redil. Lo digo porque ya lo he intentado más de una vez, pero leshesss.... Y así....

Llama cuando quiere, aparece y desaparece como el guadiana, pero casi siempre está ahí, más o menos una vez a la semana, si yo me dejo, me saca a pasear. Me cuenta sus cosas, después a lo mejor me deja que yo le cuente algo, dos cañitas y cada uno para su casa. Y me parece estupendo.

Aunque tampoco ha sido fácil hacernos amigos. Cuando le conocí, hace ya mucho tiempo, pensé que era mi hombre ideal, reunía casi todas las características del señor que yo me había representado en la mente, y me dije: "este es".

Enseguida el manifestó el mismo interés en mí, y al día siguiente me estaba invitando a salir. A la semana yo ya pensaba que era un capullo, y a los 10 días, sin más, en mi estilo habitual se lo dije. Y así dejamos de tratarnos durante casi un mes, pero luego poco a poco hemos ido consolidando una buena amistad. Nada más y nada menos.

Hemos tenido nuestros días buenos y nuestros días malos, y muchos sigo pensando que es un capullo que no tiene arreglo, pero ..... me encantan esos paseos con él por el Madrid de los Austrias, y su estilo singular para casi todo.

Para mí es un encanto, aún con sus mil defectos, es igual. Mis amigas no entienden lo que veo en él, y yo tampoco, pero le quiero un montón. A veces tengo la impresión de que le he adoptado como a uno más de mis pollitos.

Hoy hemos charlado como otras veces, hemos planificado una comida campera con sus amigos para dentro de dos semanas, una cena en mi casa con los míos para mediados del mes que viene, hemos hablado de nuestras vacaciones (ni coincidimos en fechas ni por supuesto en lugares, ni en gustos....) y de todo un poco.

Me ha quedado un estupendo sabor de boca, después de las tres cañas :-)), y al despedirnos, con el besito de costumbre, me ha dicho "Ay, peligro, que eres un peligro de mujer..... :-))) " Me encanta. Conocerle es una de las mejores cosas que me han pasado en esta ciudad.