
Esta mañana por fin lo he aceptado.
Si señor, a pesar de mi aparente indiferencia, lo cierto es que entre las movidas del trabajo, y la ruptura con CB, estoy al principio de una depresión.
Entro, salgo, viajo, me relaciono, intento olvidar, pero cada vez que vuelvo a Madrid como ayer después de todo un fin de semana en medio de la familia, se me cae la casa encima, y estoy deseando escaparme otra vez.
Ir a la oficina no lo arregla, al revés: lo empeora. De hecho empiezo a sentirme como un fantasma ambulante por allí. Porqué puñetas no me habrán dejado irme ya en lugar de obligarme a estar todavía un par de semanas deambulando sin nada que hacer.
Hoy de hecho me lleve un libro para leer, pero al final no pude. Va en contra de mi forma de ser, asi que me pasé la mañana brujuleando por internet, y después tomando un café con uno de mis chicos que ya se ha buscado nuevo jefe (como es lógico y yo le he recomendado), pero j.... ¡¡que le vamos a hacer....!!
A media mañana me esfumé (tengo que ir a comer con....) = mentira cochina. Simplemente me esfumé, y asi hare el resto de los días. De momento me quedan 3 y después me voy a la playa otra vez, y luego a final de mes un par de ellos para recoger mis fotos de familia, quizás una maceta, y poco más. Y dar la mano o un par de besos a algunos de los que estén por alli.
Me han dicho de organizarme una despedida, un homenaje (lo que me faltaba), pero he dicho que ni hablar. Que eso no va conmigo. Que me iré como un día más, y eso sí, a los amigos, a los que veo que pueden seguir de alguna forma en mi vida en el futuro, o al menos a los que veo que se están portando ahora, les invitaré quizás a mi casa en Octubre, cuando cumpla años, pero ya como amigos, ni como clientes, ni como colaboradores. Y el que venga, vino y el que no, aire...
Me siguen ofreciendo trabajos (hoy otro) pero tengo pereza. Paso de todo ahora mismo.
Es lo mismo que si aparece de golpe un hombre maravilloso y me invita a salir: ¡¡como que no!!.
Necesito regenerarme por dentro, tanto en lo laboral, como en lo emocional. Y ya veremos si en unos cuantos meses soy capaz de empezar de nuevo algo, que quizás no.
Me voy a encerrar en mi concha de tortuga una temporadita hasta que recupere mi corazón herido y vuelva a ser yo misma.
Y así, asumiendo que estoy deprimida, que necesito cuidarme, me voy a permitir llorar lo que haga falta y quejarme lo que haga falta. ¿¿Porqué tengo que aparentar que no pasa nada, que estoy feliz y contenta, cuando la mitad de mi vida (pareja, trabajo) se ha ido al traste en los dos últimos meses??.
Pues no, estoy dolida y necesito darme un largo respiro. Y mientras, el mundo que espere. Seguro que sin mi se pueden arreglar.
4 comentarios:
Pues es normal.
Época de muchos cambios, deseados o no, eso da igual, a los que tienes que acostumbrarte poco a poco, sacar algo positivo de ellos y decidir cómo quieres que sea tu nueva vida. Y como comprenderás eso no se hace en una tarde.
Así que tómate tu tiempo, haz lo que quieras, siéntete como quieras, que tienes todo el derecho.
Pero eso sí, por favor, no dejes de contárnoslo!
Besos.
Se por experiencia que los cambios laborales-personales te dejan K.O.
Tómate el tiempo que necesites, te mando mucho ánimo y muchos abrazos
Os hare caso a los dos.
De hecho este verano me ha producido el efecto de un calmante, sopa de tortuga o algo asi, que me invita a no hacer nada....
ni pensar, ni trabajar, ni nada de nada, solo vivir :-))
Alla vamos...
XDDD entonces yo también debería tomar esa "sopa de tortuga", porque vaya semanita que llevo
Publicar un comentario