lunes, abril 18, 2005

Casualidades

Todo el fin de semana sin ver a Antonio, y la verdad es que me apetecía un montón. Me tuve que conformar con unos cuantos sms, y con saber que estaba disfrutando tranquilamente de la compañía de su hija. Cachis con la niña, ya empezamos a incordiar tan pronto.....

En fin, que como una se tiene que consolar acudi a las reservas. Pero los amigos tampoco estaban disponibles, Alberto en la feria de Sevilla, y Angel meditabundo y autista, sin ganas de compartir ni un cine (volví a llamarle capullo por dentro como en los últimos 12 meses, una vez de cada dos, pero ahí sigue, como amigo al que mil veces decides enviar a paseo, pero con el que siempre terminas saliendo a tomar esa cerveza, es mi destino).

O sea que finalmente tuve que doblegar el orgullo femenino, y acudir de nuevo a los amigos de la troupe, a esos mismos de los que he pasado olímpicamente en los últimos meses, viéndoles solo de lunes a juevess, porque los fines de semana tenía mejores cosas que hacer.

Y afortundamente ahí siguen, al pie del cañón, y siempre dispuestos a recibir a una oveja descarriada, con alguna cara de cachondeíto y algún comentario socarrón (qué, como nos van las cosas, no tenemos plan este domingo?......)

Pero como había buen humor (los sms de Antonio al fin y al cabo motivan bastante, ahora vamos a 5 o 6 diarios) me dispuse a poner la mejor cara al mal tiempo y a ver que pasaba. Y casualidades de la vida, allí, en medio de la gente estaba uno de mis ligues de la fiesta del sábado anterior, cuando conocí a Antonio.

El amigo Ulpiano, con el que había salido a bailar el jueves. Aunque de entrada se quedó traspuesto al verme (señal inequívoca de que lo menos que esperaba era encontrar allí a una candidata a ligue....) pero se recuperó bastante pronto, y se me colocó como fiel pretendiente al lado, para mayor cachondeíto de mis amigos.

Después de todo me lo pasé bastante bien. Volví a casa pensando de nuevo en Antonio, pero con buen humor, y el bendito sin acordarse tan siquiera de mí, lo que remedié enseguida enviandole un par de sms para recordarle que existía.

Hoy Alberto me ha hecho contarle con todo lujo de detalles la semana completa, nos hemos reído un montón, y me ha hecho prometer que le tendría al día de como evolucionaba la relación (o relaciones, a saber que sale de aqui). También se ha puesto a darme consejos......

Hombres...!!

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