Viernes noche. ¡Qué raro estar en casa!, y ¡qué tranquilidad!. Parece que hasta los vecinos se han ido de fin de semana.
Acabo de volver de Barcelona, dos días agotadores pero agradables. Lo saben hacer bien los catalanes.
Ya la llegada al magnífico aeropuerto del Prat es agradable, cristal, luz, limpieza impecable, puntualidad del puente aéreo, todo muy profesional. En su punto. El taxi disponible, sin colas, el personal del hotel agradable pero sin servilismos, y todo justo, sin excesos.
Estupenda la comida en el hotel NH, y la cena en el restaurante La Camarga, o algo así, en la calle Aribau. Y después también muy agradable tomarse una copa en Luz de Gas, en la calle Muntaner. Me parece un sitio singular, música en directo bastante estridente, pero que engancha, techos muy altos sin que el humo te moleste, y un ambiente agradable también. Iba con un par de colegas, pero en un momento determinado pensé que si no estuvieran allí me hubiese quedado tan a gusto, y seguro que prontito habría encontrado con quien hablar :-))
Me siento muy cómoda en Barcelona, y aunque todavía recuerdo mis primeros tiempos allí, ya es algo tan lejano que me sorprende. Y esta mañana en el hotel me han regalado una rosa (por San Jordi). Estupendo. Me he divertido mucho yendo con la rosa todo el día a cuestas (lo normal sería llevarla mañana, no hoy) y quedarme con todos mis colegas cuando me preguntaban si se me había dado ayer bien la noche...... (esto de ir de ser una mujer soltera en medio de tanto señor casado tiene su gracia, siempre les queda la duda.... y el morbo.....)
Y vuelta a casa. Ni una palabra de Antonio, ni un mensaje desde hace dos días. Bueno, está bien, parece que el enfriamiento fué mutuo y simultáneo. A lo mejor él también borró mi teléfono de su móvil, XDDD, lo cual querría decir que realmente estamos muy bien sintonizados..... En fin, pelillos a la mar..... y déjate llevar...
En cambio mi otra adquisición, U., manifiesta bastante más interés. El míércoles llamó para invitarme a salir ayer, pero le dije que me iba a Barcelona, y mira por donde aquella noche se presentó de nuevo en el sitio al que le comenté iba de vez en cuando con mis amigos (yo no pensaba salir pero se pusieron pelmas y allí me fui).
Sigue sin haber ni pizca de chispa entre nosotros, al menos por mi parte, pero me entretiene, y además así intrigo a mis amigos y les devuelvo el cachondeíto que se traen últimamente a mi costa. Y eso me divierte un montón....
Además como son como críos, el hecho de verte con alguien nuevo, sube inmediatamente tu popularidad, así que en cuanto se despista un poco tienes a dos o tres de los habituales alrededor un pelín moscas.... y haciendote la rosca. Total, que entre unos y otros me subieron un montón la autoestima. ¡qué más se puede pedir para una noche de miércoles en la que me pensaba quedar en casa....!
Hoy, en cambio, no me han podido convencer para dejar el sofá. Me he hecho la sueca con mis amigas (estoy muy cansada, acabo de llegar de Barcelona, a lo mejor mañana.....) y los amigos hoy no han aparecido, pero tampoco les he echado de menos. Las noches de los viernes son para las citas, una buena cena, unas risas, un poquito de chispa, un bailecito, unas copas......., algo de romanticismo, ...... Ya no me apetecen otras cosas. ¡me quedo en casa!
viernes, abril 22, 2005
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1 comentario:
Somos como niños, si... Y tu Julia una mujer independiente.
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