Qué días tan buenos

Acabo de volver. Y me ha empezado de nuevo la depresión postvacacional, no salgo de una (Semana Santa) y entro en otra. Por si fuera poco, hace calor en Madrid, el ambiente está seco, no puedo respirar bien.... ¡ qué rollo estar aquí otra vez! Aunque me han llamado algunos de mis amigos estos días, tengo la impresión de que vuelvo a Madrid para estar sola otra vez! sola por dentro, aunque ya sé que no es justo, y además es mentira, porque mis hijos están aquí, mis amigos también, mi trabajo que me encanta, pero....

¡Qué pena...! Que bien se estaba en Galicia, ambiente húmedo, temperatura ideal, un poco de sol deslumbrante entre el verde de los árboles y el azul del mar,y de pronto un chaparrón para esconderse debajo de los soportales..... Fastidia, pero tiene su gracia, además ya se sabe que es por j..... como el chiste del gallego: aquel que decía, si morro en Villamil de Arriba eu quero que me entierren en Villamil de Abaixo, e si morro en Villamil de Abaixo quero que me entierren en Villamil de Arriba, ¿ y porqué, preguntolle un vecino ? Porqué?, ¡por j......!

He vuelto a disfrutarla intensamente. A respirar el aire puro como lo respiraba antes, a ver el mar, oler los eucaliptos, y sentirme bien. Me sentía feliz allí. Además los amigos, la familia, tantos meses sin verles y tanto que contar. El sentirme apreciada, ver que la misma alegría que yo tengo de verles la sienten ellos, eso me hace revivir...

Total, que iba convencida de que quería vender mi piso, encontré dos clientes dispuestos a pagarme lo que había pedido, y .... cambié de idea. ¡como que no! es posible que me arrepienta, que empiecen a subir los intereses y a saber.... pero de momento no. Quien sabe si un día, cuando mis hijos sean independientes ya y el trabajo me lo permita, no cojo la maleta y me vuelvo...