domingo, septiembre 18, 2005

Mis jóvenes amigos

Estoy agotada. Esta ha sido una semana muy dura, el trabajo ha empezado ya en serio, y va a ir a peor durante los próximos meses.

Pim, pam, pum, a veces me siento como una pelota pegando botes y botes de un sitio a otro, llevada por impulsos que poco tienen que ver con mi voluntad, pero que se llevan mi tiempo. Es algo que me está empezando a molestar, tengo la sensación de que me roban lo más importante, minutos, horas, días de vida haciendo tonterías.

Aguantar impávida 10 - 12 horas en una reunión, en la que se supone que lo único que se espera de mí es que escuche atentamente me resulta cada vez más insoportable y me parece inútil, pero...... me pagan por ello. Quiero que me toque la lotería y marcharme a una playa desierta, con un montón de libros, un ordenador para seguir conectada con el mundo y un teléfono para charlar de vez en cuando con la gente que me apetezca, pero sin obligaciones... mmmmm......

Además del trabajo he salido casi todos los días con unos amigos y con otros. He conocido a gente nueva y lo he pasado bien, aunque no me llevo ningún recuerdo especial de la semana salvo la anécdota de mi amiga Lula, corriendo por su finca detrás de un cerdito que se le había escapado, y buscando a su vaca a caballo por los montes de Madrid. Verla tan seria, tan puesta siempre, tan elegante, y después imaginarnosla haciendo de vaquero persiguiendo vacas por el monte creo que ha sido lo más divertido de esta semana.

Hoy tenía algo especial, y me hacía ilusión: reencontrarme con mis jóvenes amigos de la ONG. Cuando llegué a Madrid hace ya algunos años fueron muy importantes para mí, juntos desarrollamos proyectos (que no llegaron a casi nada después ) pero vivimos una época intensa y agradable. Mi casa se convirtió durante algún tiempo en refugio de algunos de mis mejores amigos en el grupo y allí celebrabamos conclaves y reuniones más o menos secretas para confabular estrategias y sacar adelante nuestras ideas, a pesar de la oposición de algunos otros de los miembros del grupo.

Fué una época preciosa en la que me dejé bastantes jirones porque en línea con mi costumbre me impliqué a fondo en muchas cosas y con mucha gente, pero las cosas se complicaron y lo que era algo agradable y apasionante terminó resultándome doloroso, así que me alejé.

Ahora apenas les veo, aunque guardo un grato recuerdo de aquellos tiempos y me consta que ellos también. Una vez al año uno de mis mejores amigos en el grupo nos invita a su casa, y pasamos un día agradable, charlando como si no hubiera pasado nada, relajados, divertidos. Pero ya no tiene nada que ver, cada vez les veo más alejados de mí. Ellos siguen con su mundo, con sus peleillas internas, con sus historias. Voy con ilusión, tal vez lamento haberme alejado tanto porque pertenecer a un grupo siempre arropa psicológicamente, pero supongo que este tipo de cosas no están hechas para algunas personas como yo.

Somos solitarios por naturaleza, estamos en todas partes y con todo el mundo, a veces nos implicamos y llegamos a liderar determinados grupos o proyectos, pero nos alejamos pronto sintiendo que no pertenecemos realmente a ninguno. Es una pena, supongo, pero es así.
Envidio a los que dedican su vida a algo en concreto o al menos son capaces de permanecer integrados durante años y años en el mismo ambiente.

4 comentarios:

Turulato dijo...

¡Qué curiosa es la vida!.
Te descubrí por puro azar, dándole al "ratoncito".
Te he leido con mucho agrado, pues tus palabras describían a la "chica" que quise siempre que cruzase mi camino (Tranquila, ahora ya no espero nada ní a nadie).
Y hoy, he descubierto que pensamos, sentimos y vivimos lo mismo.
Parecía mirarme en un espejo..

Turulato dijo...

¡Cazada!. No por mí, ¡qué ya me gustaría!, sino por un robot de emisión de "spam".
Como puedes ver, el "anónimo" es un publicista. ¿No será que acudió a una de esas interminables reuniones y decidió que eras un buen "objetivo"?.
Visita "Y yo que sé!; en uno de mis últimos artículos explicaba la solución.
Me hace ilusión. Te prometo tenerlo todo limpio y recogido.. ¿Prefieres un vinito con tortilla o té con emparedados?.
Por cierto; tu pelo, sedoso y suave.. ¿Mechas?.
Eres un encanto

Julia dijo...

Gracias por lo del antispam, prometo entrar y mirarlo en cuanto pueda.

Me agrada que en algunas cosas pienses como yo, a veces me siento un bicho raro asocial y no sé cuantas cosas más.

:-)

Turulato dijo...

No tienes nada de "bicho", preciosa.
Vamos a dejarnos de bobadas; tengo muchos años vividos..
Eres inteligente y tienes personalidad. Vales. No te mientes. Eres real. Sabes cuando toca sacrificio. Te gusta vivir. Eres buena, que no quiere decir boba.
¡¡¡¡¡¡A por ella!!!!!!, gritan...
Has pagado el precio de la soledad, de la incomprensión y, lo que es peor, el de creer, a veces, que tú eras la culpable...
Seguirás paladeando la soledad.
Un beso y un abrazo, suave y tierno.