Mañana empezaré a comprar los libros, y otra vez a estudiar.
Me fuí saturada de personas, de cosas, de líos. Y tenía razón. Este tiempo de retiro me ha venido bastante bien, creo.
Poco a poco han ido volviendo los amigos, el otro día Alberto (está muy atento, llama de vez en cuando pero..... tengo la impresión de que nos vamos a ir alejando poco a poco este invierno).
Ayer volvió Angel (viaje estupendo a los confines del mundo y hasta se ha acordado de traerme un par de detallitos). No se trata del valor de los detalles, que me encantan por lo sencillos y bonitos que son y porque me los ha traído desde la otra parte del mundo especialmente para mí, pero además lo más importante es que se haya molestado en buscar justamente lo que le encargué. Creo que hasta se está volviendo más humano poco a poco conmigo.
Además ayer hasta hizo algo raro, tuvo la iniciativa de darme un abrazo, él solito. Caray. Es normal que responda a los besitos de bienvenida, o de despedida, o que se ría cuando le hago una carantoña (le pregunté quién le había hecho carantoñas este mes, y me dijo que nadie.... y me lo creí..... por lo rarito y descastado que es). En fin, me alegré mucho de verle, le tengo más cariño del que quiero reconocer, y me sorprendió el gesto por su parte. Y el caso que no le he echado mucho de menos durante estos casi dos meses, yo también soy rarita.
El resto de los amigos por ahí andan, sin muchas novedades excepto uno de ellos.
El Cigarra nos ha sorprendido con la noticia de que se va a a casar de repente con una jovencita (18 años) que ha conocido este verano en otro país. Algunas de mis amigas lo han puesto de vuelta y media, pero pensándolo bien puede ser un buen arreglo para ambas partes. El es un buen tipo y parece que se ha enamorado, y a la chiquita le puede ir mucho mejor aquí que en su país en todos los sentidos. Además se le ve feliz y ella dice que está muy ilusionada. Me ha molestado que le critiquen así, entiendo que ambos son muy libres de hacer lo que quieran con su vida.
En tanto he conocido a gente nueva, bastante agradable. Al menos los dos días que hemos salido en grupo me he sentido muy relajada y tranquila, y eso ya es importante. No sé si se consolidarán como nuevas amistades o no, pero no me importaría.
Y la cabeza a mil por hora. El otro día lo comentaba con una de mis amigas, será la ausencia de ........ durante ya tantos meses lo que me despierta la creatividad, y entre risas me decía que procurase seguir así. Que eso de enamorarse está muy bien, pero la enajenación mental transitoria es muy poco productiva y al final tampoco conduce a nada. Cuando llegue llegará y en tanto a seguir desarrollando ideas. Al menos estoy entretenida y me siento bien.
domingo, septiembre 11, 2005
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
¡Al fin!. "Acongojadito" estaba....
En cuanto a "El Cigarra" (?), yo tengo un compañero -más mayor, no vayas a creer- que se ha casado con una chica rusa de veintipocos.
El "poblema" no es la diferencia de años -¡que ya actuará, tranquila!- sino que él es un destilado de todas las "materias constantes y sonantes", y "siento" que ha sopesado a cuanto le sale el quilo de rusa..
Y eso, querida, me jode profúndamente.
En este caso no es rusa, sino africana, y teniendo en cuenta mi opinión sobre la forma de vida de nuestros vecinos, al menos en lo que toca al papel de la mujer, creo que cualquier cambio va a ser positivo para ella.
En cuanto a mi amigo, le conozco bastante bien y me parece una buena persona, que quiere montar una familia con hijos y demás. Creo que les puede ir muy bien y de entrada parece que los dos van a salir ganando mucho.
Veo tu interrogante en el Cigarra. Le he puesto ese mote (él no lo sabe) porque lleva toda su vida sin dar ni golpe (es rico e familia) y toca muy bien la guitarra. Me recuerda la fábula de la cigarra y la hormiga.
Me alegro de estar de vuelta y compartir este espacio de nuevo.
Publicar un comentario