Huracanes

Mi madre me dice que ni hablar, que no se me ocurra. Que como me voy a ir a Cuba con los huracanes que hay por allí, que si estoy loca. Que mejor en verano. Pero ya he dicho que sí, y si yo voy no habrá huracanes, que lo sé, que esas cosas a mí no me pasan.

La verdad es que aún no me lo creo del todo, pero dicen mis amigos, los del Club de los Cuatro, que sí que el viaje, que medio en broma organizamos en la última cena, de verdad se va a hacer.

El encargado de las reservas incluso nos pide ya la fotocopia del pasaporte y algunas pelas de adelanto para la agencia de viajes.

Y yo que sigo sin creérmelo. No acabo de asimilarlo del todo.

Hoy he estado con ellos, y se lo han mirado todo ya. Los hoteles, la suite, lo del visado, lo que hay que llevar para la gente de allí, y supongo que hasta las vacunas, y yo con estos pelos....

Sin preocuparme de nada a estas alturas de la película.

Tampoco tengo muy claro qué puñetas vamos a hacer los cuatro en Cuba. Porque lo normal es ir amigos, o amigas, por aquello del turismo sexual que dicen, pero nosotros cuatro? Si encima la posibilidad de romance es nula entre nosotros, al menos por mi parte, no sé mi amiga, pero tampoco la veo yo con ninguno de estos dos.

Además, imaginate que termina decidiendo que sí, y se queda con uno. Qué puñetas hago yo con el otro? Me veo en la barra del bar del hotel más de una noche hasta las mil y monas esperando que desalojen la habitación que vamos a compartir las dos, y acompañando al otro solitario, en el supuesto de que él no se busque una compañía nativa adecuada.

Que no lo veo claro, que no.... Y lo último que me apetece es darle conversación a un morenito de esos que se dedican a entretener a las turistas, no fastidies..... es lo que me faltaba.

Menos mal que el viaje es todo incluido, con lo que en el peor de los casos me puedo consolar comiendo. Por cierto, la comida cubana no me gusta nada de nada, al menos la que he probado por aquí.... Y lo de tomar el sol, con estos kilillos de más tampoco es que me seduzca demasiado a estas alturas del año.

Cachis.... Porqué no aprenderé a decir no en lugar de meterme en estos líos.

Por cierto, a J. le veo con ganas de pasar de los otros dos y darme más conversación. Hasta ha dicho algo de quedar nosotros un día para tomarnos la botella de vino que dijo se iba a traer el último día. La verdad es que parece buena persona, inteligente, educado, majete, físicamente agradable, y todo lo demás, pero ............ con la misma capacidad de enamorarme que el frutero de mi barrio (el pescadero no está mal del todo :-))).

Si, creo que terminaremos él y yo en la barra del bar del hotel, con una cara de aburridos que te mueres, y hablando de alquileres de pisos...... mientras los otros dos se han acomodado cada uno por su cuenta con sendos nativos/as. Qué planazo.