domingo, octubre 23, 2005

Terreno Peligroso

El jueves se empezaron a complicar las cosas. Buscando el vino entre mis armarios me di un golpe, un golpe, Madre mía qué golpe, en el dedo del pie. Uno de esos golpes tontos que te das un día sí y otro también, sobre todo los que tenemos la manía de andar descalzos siempre que la temperatura y las circunstancias nos lo permiten. En resumen, dedo fracturado y a la pata coja después de pasar por el hospital.

Por si fuera poco, el sábado amanecí con un precioso grano justo en la punta de la nariz.

Todo se estaba organizando para que mi segunda fiesta de cumpleaños fuera ................., en fin....
Pero paciencia y buena letra. A pesar de la pata coja, y del grano en la nariz, aunque con menos alegría vital que el sábado anterior, preparé mi cena para otros 20 que más o menos sabía que iban a venir esta vez. Todos los amigos del bareto, y habituales de nuestras cenas de siempre.

Y salió bien. La cena fué espléndida (según dicen ellos, fué un buffet abundante y colocado con gusto dentro de lo que cabe, pero bien), hubo comida, bebida, y de tóooo. Vinieron mis amigos los músicos y amenizaron la velada junto con mis otros amigos de siempre. La verdad es que fué una fiesta espléndida, aún mejor que la anterior.

Creo que desde mi 18 cumpleaños no había tenido otra fiesta parecida, y estoy contenta. A las 4 de la mañana casi les tengo que echar (afortunadamente se fueron por su propio pie) y me quedé solita en mi salón (mis hijos se habían ido a dormir tiempo ha...) tomándome mi última copa de vino y un trocito de dulce. Eché de menos alguien con quien compartir esos últimos 15 minutos de la noche, charlando simplemente, pero estuvo bien. Tranquila, feliz......

Esta mañana me llamó uno de mis invitados (uno especial para mí, tanto que si no tuviese novia (que yo conozco) me daría que pensar, para darme las gracias). Y me gustó, por ser vos quien sois..... No tenemos una relación fácil porque ambos pensamos lo mismo y lo sabemos.

Y esta tarde me llamó Ascen, la que me dijo que siempre iba de divina y no me aguantaba. Ayer no estuvo (está fuera de Madrid por temas familiares) pero sí la había invitado. Llamó (no a mí) en medio de la fiesta para ver como iba todo (y cotillear de paso, a ver si pillaba algo con lo que meterme el dedo en el ojo o arreglarme la espalda) pero parece que no le salió bien. Ni ayer ni hoy. Ha llamado para felicitarme. Me dijo que ha hablado con todos..... que ella ya les dijo que yo era una estupenda anfitriona (ja.....) y que todo fenomenal, que enhorabuena por la estupenda fiesta que había preparado, que a todos les ha encantado, etc.... etc...

Me ha dado la sensación de que aunque no estuviera presente, tiene que seguir dirigiendo la función y sin que nadie se lo pida, en nombre de todos me ha dado su aprobación. Como diría el ex-Ministro "Manda h.................." Pero vale, sonrío al teléfono, le digo que muchas gracias con entusiasmo, le quito mérito a mi magnífica vajilla de papel plateado y coloreado del Corte Inglés, y besos, besos....

Tengo la sensación de haber cumplido bien con el grupo, y haberme ganado el que me sigan invitando a sus cenas durante un año más. La verdad es que llevaba casi año y medio de gorra, y ya me tocaba, pero creo que les ha gustado mi fiesta, y que puedo seguir el próximo año disfrutando de sus fiestas con tranquilidad. Hasta aquí todo perfecto.

Pero hoy se han vuelto a complicar las cosas. Y mi instinto me lo decía. Sabía que iba a pasar.....

Hoy estábamos, Luisa y yo, invitadas a otro pequeño evento. Y para allí me fuí, elegante, discreta, y cojeando escandalosamente. Pero no podía dejar porque el que me invitaba, Tony, ayer había venido a mi casa a pesar de que tenía razones suficientes para disculparse y no venir (y por cierto se lo pasó fenomenal, lo sé, lo veía en su cara)

Tony tiene por familia, por educación y por status social muy buenas relaciones sociales. Y Luisa aspira a formar parte de ellas, pero por derecho propio. De momento solo es la amiga ocasional de Tony, aunque la aceptan, pero no la integran.

Una de sus relaciones, de las que Luisa me ha hablado largo y tendido son los Fulanez (digamos), no es que me haya contado nada de ellos prácticamente, pero desde que la conozco hace dos años me ha comentado de vez en cuando la relación que tiene con ellos a través de Tony, etc....

Los Fulanez son gente bien, de toda la vida, no sé si tienen algo que ver con la nobleza, y no me preocupa, pero debe ser algo así. Les he visto tres o cuatro veces, normalmente muy estirados y convencidos de su gran distancia social, y como tampoco me interesaban para nada, hemos charlado lo normal en estos casos, poca cosa y nada más. Y hasta hoy....

Pero cosas que tiene la vida. Por casualidad he descubierto que uno de mis buenos amigos gallegos es hermano de la señora de Fulanez. Cuando lo descubrí, hace más o menos un mes, se lo comenté divertida a Luisa, y ahí se quedó la cosa, sin darle mayor importancia. Tampoco suelo verles más allá de una vez al año, y con mi amigo gallego la relación que tuve siempre fué profesional sobre todo, comíamos de vez en cuando, nos pedíamos favores mutuos, nos echábamos unas risas cuando nos llamábamos por teléfono, y se quedó ahí una vez que yo me vine a Madrid y él cambió de trabajo. Me cae bien, sé que le caigo bien, pero tampoco teníamos muchas más razones para estar en contacto, como con las otras 50 o 60 personas con las que tenía una relación similar allí. Si nos vemos, nos damos un abrazo, y charlamos pero nada más.

Hoy he coincidido con los Fulanez en el evento de Tony. Ella me ha venido a saludar encantada de encontrar a alguien conocido allí (Luisa aún no había llegado) y menos mal porque con mi despiste habitual no la reconocí hasta que llevábamos un minuto hablando. Y entonces le dije lo de su hermano.

Cambió, de repente dejó su aire estirado y empezó a interesarme por mí, por mi vida, por lo que hacía, de qué conocía su hermano, mi profesión, mi historia, etc... etc...

Total que nos hemos pasado casi dos horas charlando. Ha pasado de su marido, y también, aunque más discretamente de Luisa. Cuando uno o el otro se la llevaban yo me quedaba en mi sitio y a los 5 minutos volvía y retomábamos la conversación. Super amistosa, y cuanto más amistosa estaba más mosca veía yo a Luisa.

Y al final se ha liado. Me dió el nombre de un escritor, y me dijo que cuando lo leyera, si algo cambiaba en mi vida, que la localizara y la llamara. Luisa estaba celosilla y al quite. Se ha querido enterar de qué hablábamos, ha dicho que ella conocía a uno mucho mejor, y le ha dicho también que el libro no lo puede comprar (el que ella decía, no sé qué de una Harley) que se lo regalaba ella. Así tenían un motivo para quedar a comer (hábil maniobra para intentar estrechar relaciones). Y la otra cogió el reto, la invitó a comer en su casa esta semana, y a mí de paso.

La verdad es que lo oí pero me hice la sueca. Sé que no debo. Otra vez Luisa se la quiso llevar, esta vez de forma definitiva para sentarla en la otra punta de la sala, y al verme que recogía yo mi bolso, me ha preguntado, te vas ya, Julia?. La verdad es que lo que estaba deseando era pillar una silla para descansar con mi pie roto, pero vista la insinuación clara (o lo que fuera) he dicho que sí.

Me he despedido de Tony, de alguno más, de Luisa, y de los Fulánez, aunque en ese momento, la Sra. Fulánez me ha vuelto a decir alto y claro. Porqué no llamas a mi hermano (lo haré, le contesté), y te vienes a comer con nosotras el jueves?. Ya no me pude hacer la sueca, dije, no sé.... mirando a Luisa. Pero decidí que vale.

Poblema (está bien escrito). Tengo que quedar con Luisa para ir, viven en una urba de esas perdidas en alguna parte del mundo mundial a la cual no llegaría sola nunca, y sospecho que Luisa va a hacer algo para que no llegue, llegue tarde, o me pierda en los infiernos. No sé si me equivoco, pero creo que estoy pisando terreno muy peligroso....., pero no me apetece renunciar sin ver lo que ocurre. Si Luisa se cabrea un poquito, qué le vamos a hacer....

Tengo la intuición sin embargo de que por ahí se me abre un conjunto de personas, relaciones, experiencias, que me van a interesar. Creo que voy a conocer a gente que me interesará..... el tiempo lo dirá.

Un día escribiré sobre los caminos cruzados. Siempre me ha intrigado, pero creo que todas las personas que te cruzas en la vida tienen una función que cumplir. Presentarte a alguien, llevarte a algún sitio, ayudarte en alguna cosa, o dejar que les ayudes tú. O simplemente enseñarte algo. Todos tienen su papel en tu vida, y tú la tienes en la de los demás.

2 comentarios:

Turulato dijo...

Un día de estos, uno cualquiera, cuando te apetezca, escribes algo sobre tus enemigas.
Sí alguna de las que describes actúa como corresponde a una amiga, tus enemigas tienen que ser "chupilerendi".
"Mira, Turu, te presento a la más, la queen of the cicuta; uy, a esta no te la pierdas, envenenado es super"..

Julia dijo...

Alguna tengo, de las de verdad, o ..... ¿??? quien sabe

El jueves me reí con ganas. Me encanta cuanto las personas se comportan como espero.

Decidi pasar de la invitación a comer, me dolía el pie, y además para qué?

Llamé a Luisa y le dije no voy a ir, me das el teléfono de la Sra. Fulanez para disculparme. Me contesta, yo tampoco. Ayer coincidimos (en un evento al que no me invitó expresamente supongo, me dio igual) y le dije que yo
no iba a ir y que tú estabas mal de tu pie (Qué considerada, el domingo ni se había fijado en mi pie).

Le dije, ok,, está bien. Pero como no me enviaba el teléfono tal como me había prometido me apeteció tokarle la nariz, y le dije, me lo vas a poder dar antes de la comida, si no puedes se lo pido a su hermano....

Me llamó ipso facto y claro que me lo dio. Cuando llamé a la Sra. Fulanez descubri (como imaginaba) que Luisa acababa de decirle que tamoco podía ir a comer, y que le había sugerido cambiarlo al próximo jueves, que me apuntara yo también. Le dije no sé si podre, mejor quédate con mi número y ya me llamarás para ver si confirmamos o no. Creo que voy a pasar de ambas :-)))