jueves, octubre 13, 2005

Preparativos

Estoy nerviosa. Estoy excitada. Mi hija me ha dicho que estoy inaguantable. Llevo dos semanas hablando de mis cenas de cumpleaños. Que si pongo esto, que si pongo aquello, que si los vasos de tubo, que si el mantel, pero en el fondo le encanta verme tan animada. Lo sé.

Hoy me ha dicho que de la tarta y tal que no me preocupe, que ella se encarga. Me gusta. Solo una vez recuerdo que alguien me trajo una tarta de cumpleaños con las velas encendidas, y era mi jefe, que además no me caía demasiado bien (me había tirado los tejos veinte veces y utilizaba todas las estratagemas para conquistarme, así que esa vez pensé que estaba haciendo lo mismo).

Mi hija es un encanto, recuerdo aquel día que aparecio una florista en casa con una grandísimo ramo de rosas amarillas. Eran preciosas, y las había encargado ella con su hermano, y eso que no eran más que unos críos.

Pues sí que estoy nerviosa. No puedo dormir, no paro de darle vueltas y vueltas a la cena de mañana sábado. Al final creo que he invitado a 27 o 28 personas, de las que quizás vengan finalmente 20 o 22. Los demás están de viaje o tenían otro compromiso anterior. No está mal porque tampoco tengo sillas para más.

He terminado invitando a algunos/algunas que en principio no pensaba, pero a medida que pasaban los días pensé que bueno, que más da. No es que sean como mis mejores amigos, pero también están ahi. Porque no. Y lo mejor es que todos aceptan encantados Es curioso.

Estoy contenta. No sé si al final la fiestecilla de este sábado saldrá muy bien o no, pero me hace mucha ilusión traerles a mi casa y presentarles a mis otros amigos. Posiblemente estemos como sardinas en lata en mi salón, y a saber como se desenvuelven todos.

He optado por poner unos entrantes fríos, y más tarde sacar las carnes y al final los postres y los cafés. La razón es que no quiero que se me amuermen. He ido a otras cenas en las que la gente llega, se sirve su platito con cositas y después de zampárselo no sabe que hacer, así que empieza el aburrimiento.

Al menos así, con lo de primero, segundo, postres y cafés los tendré dando vueltas por el salón, la cocina y el pasillo durante un par de horas.

Después quizás venga mi amiga cantante con su guitarra. Finalmente la llamé, aunque la temo porque es pesadica, pesadica, y más simple que ........ Bueno, confío en que con la guitarra toque alguna cosa que todos conozcan, que canten un poquito las canciones de la tuna que todo el mundo se sabe y así después de cenar, más o menos de 12 a 1 los tengo entretenidos. Después supongo que la mayoría se empezaran a ir y a lo mejor me quedo con los más tardones un ratillo más tomándonos la segunda copa y charlando (puede ser la parte más agradable para mí con toda seguridad).

En el fondo estos, mis amigos, los de verdad, y todos los demás son un poco como mi familia ahora mismo.

Ayer leí algo que me gustó mucho en un libro de Bernabé Tierno, El Aprendiz de Sabio, citando a Roger Patron Lujan:

"Cuenta tu jardin por las flores
no por las hojas caídas
Cuenta tus días por las horas doradas
y olvida las penas habidas
Cuenta tus noches por estrellas,
no por sus nombres
Cuenta tu vida por sonrisas,
no por lágrimas
y para tu gozo en esta vida
cuenta tu edad por amigos
no por años"
Teniendo en cuenta que entre unas y otras voy a invitar a más o menos 60 personas, este mes y me dejo a muchas en el tintero, creo que me estoy haciendo mayor, pero me siento orgullosa de ello, sobre todo teniendo en cuenta que todos ellos son amigos de mi nueva vida en Madrid, y que solamente llevo aquí desde el 99.
Ahora mismo, con esto me conformo. Si viene algo mejor, un amor por ejemplo, será maravilloso, pero tener un buen trabajo, una familia estupenda, una casa que no está mal en la mejor ciudad de uno de los mejores paises de este mundo (la gente se deja la piel en las alambradas por venirse a vivir aquí, de qué nos podemos quejar los españoles, somos unos auténticos afortunados), y unos cuantos amigos además de varios objetivos personales que me ilusionan y me ayudan a vivir mejor todos los días.
Total, que así da gusto cumplir años, tranquila, relajada, relativamente feliz, y solamente un pelín nerviosa porque todo salga perfecto.
Además en cierta forma es un hito más . El 2000 dejé de fumar, el 2001 me compré mi casa actual, y el 2005 organizo mi primera fiesta con más de 20 personas. La primera, pero ¡¡ vive Dios !! como pueda no va a ser la última. De entrada, la semana próxima tengo la siguiente para mis amigos del bareto. Aunque con lo caro que está el super, este mes me voy a dejar una pasta en las fiestas, pero creo que muy bien empleado.

2 comentarios:

Turulato dijo...

¡Vaya "tempestad" anímica!.
¿Y tu pobre jefe, el pastelero, qué culpa tenía por intentar el asalto al "castillo"?.
Ahora, torpecico si; hay que saber retirarse a tiempo..

Julia dijo...

Nervios, nervios........

Un acontecimiento tan simple como invitar a mis amigos a cenar y procurar que todo esté perfecto me puede estresar más que .....

Con mi ex-jefe en el fondo pienso que no fuí muy justa nunca. Solo pretendía ser amable (después de intentar todo lo demás) y durante años ha seguido felicitándome y preocupándose por mí... Pero cuando alguien me cae mal, lo admito, soy primaria total. Me comporto de forma educada, intento disimular, pero ..... me sigue cayendo mal.