viernes, noviembre 23, 2007

Problemas de ajuste


Vuelta de Galicia, decidida a no meterme en más líos ni negocios que no estén por estos lares. He descartado mentalmente lo del turismo rural, na de ná. Iba decidida a invertir mis pocos ahorros en comprarme un caserón viejo y liarme la manta a la cabeza, pero .....


me salvó la campana. La verdad es que el caserón es bonito, pero visto de cerca ... asusta...


Mira que si me gasto una pasta en restaurarlo, la mía y la que el banco me preste, y después hace crack otra vez. Uf..... y encima a más de 500 km. de mi casa actual. ... y encima teniendo que pelearme con empleados, clientes, subvenciones, la cocinilla, la limpieza, ..... ufff... ni hablar.

Así que una de las bolitas de cristal, la de mi futuro como hostelera rural descartada. Eso sí, guardada en una cajita de terciopelo rojo, porque la idea era bonita, pero nada más.


Y de vuelta a mi casa, mi casa, mi casa, que gusto, retomo la relación con algunas de mis amigas, abandonadas desde hace meses.


Lula que sigue maldiciendo a su ex-, con alguna lagrimita de vez en cuando todavía, pero en el fondo más tranquila ya. Dice que está convencida de que se quedará sola, a sus cuarenta y pocos, y que no volverá a tener pareja. Que al principio sentía la necesidad de llenar ese vacío, pero que ya no. Yo me callo y prefiero no opinar. Me alegro de que esté bien, pero creo que siempre necesitamos a alguien a nuestro lado, quizás no el principe azul, pero sí alguien que nos quiera y nos escuche a diario.


Y mi otra amiga que sigue con sus problemas. Ella sí lo está intentando de nuevo, cinco años ya con una nueva pareja, pero cada poco con rupturas, y broncas. Y cuando me cuenta sus problemas tampoco le veo solución fácil.


Tienen problemas de ajuste. Ajustarse y adaptarse:


"- a mí me parece bien que sus hijos vengan a mi casa, pero su madre y su hermana, pues no..... me dice. El cree que porque el funcione muy bien con mi familia yo debo hacer lo mismo con la suya, pero no me apetece, no les aguanto "

" - siempre discutimos por dinero, yo gano más que él, él dice que no le llega, no podemos hacer cosas juntos que a mi me gustaría y podría permitirme, pero él dice que no, y cuando yo me ofrezco a pagar se ofende. No sé que hacer .."

"- si él ya no trabaja y yo sí, es normal que haga las cosas de la casa, no voy a estar pagando una asistenta todos los días para que él esté de brazos cruzados, pues solo me faltaría eso después de poner yo la casa y pagar casi todo. Qué es lo que quiere...."

"- estoy harta, le quiero y es una gran persona, pero así no sé si me compensa.... "


Y así hasta el infinito.


Cuando eres joven también existen esos problemas, pero son menos importantes que la relación. Ahora ya no.


Mi amiga gallega (espléndida, alta, grande, rubia, ojos azules, un genio de los negocios, y una mujer de las de rompe y rasga... ) que ni tiene pareja ni intención de tenerla (después de dos fiascos matrimoniales a sus cuarenta y pocos también), me dice con cara de risa


- Eh, tí para que queres a un home?.... Si non te fai falta pa na... problemas na mais. con lo tranquilina que ti estás ahora, fais o que txe da a gana sin dar explicaciones a ningú...


Y sin embargo, se mueve.....


Hoy pensaba que quizás hay que dejarse de tonterías y aprovechar lo que viene, disfrutar de la vida como cuando lees un libro, página a página, disfrutando del contenido, y después pasas de página y te olvidas. Y si alguna no te gusta, la pasas antes.


2 comentarios:

Turulato dijo...

Difícil, me lo estas poniendo difícil últimamente.
Lo de irte p'al pueblo me suena a chichis pum de feria de hace algunos años.
Los pueblos son como las casitas en la playa. Bonitos para estar unos días cuando hace calor, está el asador abierto y han venido los turistas a hacer bulto.
Luego.. Cuando te tiente el diablo, pasa un invierno sola allí y verás que vacuna.
Eres algo así como yo. Pero en bonita. Nos encanta estar con gente que amigamos. Nos place la compañía y la atención.
Y el salir a la calle y tener. Por que, a veces, necesitamos algo de soledad para centrarnos, pero..; inmediatamente, recuperados, ¡vuelven los lanceros bengalíes!.
Así que olvídate del pueblo.

Y ahora, al asunto. ¡Qué tendrá esto de la pareja que tanto nos atrae!. Por que estamos todo el santo día dándole vueltas al bombo.
Me da la impresión que a estas alturas lo que hay que pensar es en lo que tiene cada uno y no en lo que tiene la pareja.
Léete con detenimiento. "Cuando eres joven ..". Cuando eres joven no tiés ná de ná y eso es facilísimo de compartir.
Mayormente, ya vamos teniendo algo (yo, desde el pelo al pie, to malo). Y me parece que eso de emparejarse no es tanto cuestión de compartir como de ceder y renunciar.
Ceder costumbres y usos propios para admitir los ajenos. Y renunciar a parte de mis ambiciones futuras.

¿La razón?. Muy sencilla. Hemos conseguido "cosas" a base de esfuerzo y años. Si ambos queremos ser quienes somos, sin abandonar algo, ¿qué espacio y posibilidad le dejamos al otro de vivir?.
Es algo así como establecer el precio de mercado en función de las curvas de oferta y demanda.
No digo yo que no se pueda conseguir. Difícil está, pero se puede. No se trata de lo que pide el otro, ¡qué claro que lo pide! sino de lo que soy capaz de regalar. Sin razón o motivo.

Una mujer me lo enseñó un día. Si amas, te entregas. Quizá, amiga, es que con los años vayamos perdiendo la capacidad de entregarnos y nos aumenta significativamente la de mirarnos el ombligo.

Julia dijo...

¡¡Que razón tienes, amigo mío!!. Lo guapo del pueblo y de la playa es el asador abierto, y el jaleíllo festero de los turistas. Y tanto. En Noviembre en mi playita se te caía el alma al suelo, y en mi pueblo gallego ni te cuento. Ni una lagartija en la calle a partir de las 6 de la tarde.

Y también tienes razón en que nos parecemos en eso. Somos animales sociales, por eso estamos aqui entre otras cosas, necesitamos compartir, hablar, charlar, reír y hasta nos gusta más comer en compañía un bocata chorizo que una mariscada en solitario.

Y además dicen que esto ayuda a ser felices, o sea que contentos por necesitar tanto al personal, porque encima somos más felices que los solitarios, viviremos más, etc.. etc...

Hoy escuchaba a un gran escritor español, autor de bestsellers de éxito, dándole consejos a unos padres: vuestro objetivo debe ser que vuestros hijos sean felices, que crezcan, que se desarrollen, pero sobre todo que se diviertan, que tengan amigos, que salgan, etc... etc....

O sea más de lo mismo. Y encima él se ha hecho millonario contando esas cosas, je, je, je..

Y en lo de la pareja también tienes razón. El problema es que quizás ya no somos capaces de amar de verdad, y solo de utilizar la calculadora, la balanza o lo que sea y estar calculando siempre beneficios y pérdidas. Además como las parejas ya son de quita y pon, nada de para toda la vida, como mucho para unos añitos si la cosa va bien, pues..

Y sin embargo después somos unos pobres desgraciados que tampoco sabemos vivir solos. Así es la vida como decía el campesino del cuento.