sábado, agosto 16, 2008

Querido I...


Estoy leyendo un libro de Rosa V. con ese título (no pone I.. sino imbécil), pero empezar asi un artículo me parecía descortés :-))


Escribe sobre los hombres de 50, y sus problemas de adaptación entre la sociedad en la que crecieron (autoritaria, machista, el hombre es el rey de la casa, los hombres no lloran, las mujeres con la pata quebrada, a las diez en casa, etc... etc..) y la sociedad en la que vivimos.


Sobre lo que hemos cambiado en España en 25 años en libertades, en la posición de la mujer (más en lo formal que en lo real en mi opinión, etc.. ) y el despiste y descoloque que supone para los hombres. El estupor masculino le llama, que ya no saben si ser sensibles, echarse cremas en la cara, cambiarle los pañales al niño para llevarse bien con las mujeres de hoy, o hacerle caso a su madre que sigue pensando como antes. Todavía mi madre me decía el otro día:


- Fijate, como es la mujer de tu primo. Que cuando él se quedó sin trabajo ni le hacía la comida, ni le lavaba la ropa, ni nada. Menuda sinvergüenza.... (a cruces me quedo yo, si el primo estaba en casa sin dar golpe, ¿porqué tenía su señora que hacerle esas cosas?) pero mi madre es así, igual que cuando dice "si ellas son más lobas aún que ellos, mírala, como se pone a besarle a él en el coche, menuda sinvergüenza" toma ya.... libertad sexual para la mujer.... quintacolumnistas les llama R.V. a las mamás como la mía :-))


Y como si hubiese recibido una señal de en quien estaba yo pensando al comprarlo, hoy CB ha vuelto a aparecer.
Va a un intento al mes, no está mal, está siendo prudente después de todo:


Mensajitos de texto (no llama porque no se atreve, no sea que le suelte un bufido, ja, ja, ja...)


- Estás en Madrid?

- Pues no, estoy en la playa

- Te echo mucho de menos, todos los días, perdoname por molestarte, no lo puedo evitar

- Ya... vale, no te preocupes, estás perdonado. A mi también me pasa, a veces.
(sincera que es una, aunque tendría que haberle dicho: pero yo me aguanto y como mucho escribo para desahogarme, no te estoy dando la vara, guapo...)

- Descansa por mi.

(eso haré...., por ti, y de ti si me dejas :-)


Me ha hecho soltar una lagrimilla (en medio del tiramisú del postre, imperdonable, con lo que me gusta el tiramisú), se lo he contado a mi hija que me ha dicho: pasa, mamá, ya sabes... como siempre.... y me he ido a dormir la siesta para superarlo.


Esta vez pensaba que no volvería a aparecer, porque con el último intento le solté un mensajito de aúpa "pues si te encuentras así de triste, se lo cuentas a tu mamá, o te vas al psicólogo, que a mí ya me da igual...." pero ni con esas.
Volverá, mientras no tenga ningún plan mejor, cada vez que se aburra volverá, "es cosa de hombres".


Tendremos comunicación telepática? y le ha llegado que ayer por primera vez en años entré en un chat de internet para distraerme un poco y de paso ver si seguían habiendo hombres disponibles?


(por cierto, todavía hay, mogollón, en una hora 20 intentos de charla cibernética, 10 peticiones de teléfono, otras tantas de tienes web-cam?, pues no, tengo un portátil del 2000 y ni web-cam ni ná...., tendré que modernizarme para esta nueva vida de soltería cibernética, je, je, je..... Terminé contando chistes por chat con un mozo de 18 años de asturias, muy simpático y me reí de nuevo, que se me estaba empezando a olvidar :-))


Mi autoestima: 1
CB: 0







1 comentario:

Turulato dijo...

Creo que la mala educación es de antes y de ahora, de ellos y de ellas.
El meollo de la cosa reside en el objetivo vital. Educan para ser trabajadores, cabales, amas de casa, opositores, mamarrachos, ligones, soplagaitas y demás.
Pero nadie parece saber como saber enseñar a la gente a disfrutar de la existencia, de los demás y con los demás. Y a aprovechar los pocos días disponibles (que nadie crea que para mí disfrutar es distraerse con el vuelo de las moscas).

Y es cierto. De las cosas más serias que pueden vivirse, la primera es contar chistes.